Tombarà

Tombarà

lunes, 16 de enero de 2012

Fraga, ese gran ¿demócrata?

Ayer fallecía a los 89 años de edad Manuel Fraga Iribarne, Ministro de Información y Turismo en los años 60, durante la dictadura franquista, y posteriormente, durante la Transición, fundador de Alianza Popular (que se rebautizaría cómo Partido Popular) y ponente de la Constitución de 1978.
¿Cómo alguien que desempeñó cargos de tanta relevancia durante el franquismo pudo llegar a ser el fundador del actual partido en el gobierno? Para muchos, Fraga fue un franquista convertido en demócrata. Para otros, por el contrario, Fraga siempre sería un franquista disfrazado, un falso demócrata.
Para muchos de sus defensores, durante la dictadura, encarnó las posiciones más aperturistas dentro del régimen, siendo por ejemplo el impulsor de la Ley de Prensa de 1968, que otorgaba una cierta libertad a los medios editoriales. Pero, pese a estas posiciones "aperturistas", siempre defendió la esencia del régimen, y ratificó varias sentencias de muerte cuando formaba parte del consejo de ministros, entre ellas la de Julián Grimau, dirigente comunista que fue torturado y posteriormente fusilado en 1963 tras un proceso carente de pruebas acusatorias contra él por unos presuntos delitos ocurridos 30 años atrás, durante la Guerra Civil. Fraga, ese adalid de la democracia, hizo unas declaraciones en que indicó que "el señor Grimau había recibido un trato exquisito durante el interrogatorio, y que de forma inexplicable, durante el mismo, se encaramó a una silla, abrió la ventana y se arrojó por ella, por voluntad propia".
No fue el único que recibió un "trato exquisito" durante un interrogatorio, ya que en 1968, un estudiante, Enrique Ruano, murió en el acto tras caer al patio interior del piso de la calle de General Mola donde había sido trasladado por la policía para efectuar un registro. Según el "gran demócrata", Ruano sufría depresiones y estaba obsesionado con el suicidio.
Por diferentes motivos, Fraga dejaría el gobierno por diferencias con los sectores más inmobilistas, y pasaría a ser embajador de España en Londres durante los siguientes años de su trayectoria.
Pero en 1975, Franco murió, y durante el gobierno de Carlos Arias Navarro, fue nombrado Ministro de Gobernación, cargo que aún desempeñaba el 3 de marzo de 1976, cuándo acaecieron los "Sucesos de Vitoria".
Aquel día, 6.000 trabajadores habían iniciado una huelga buscando unas mejores condiciones de trabajo. Por la tarde, estaba convocada una asamblea en la iglesia de Zaramaga. Pues bien, la policía entró a la iglesia con gases lacrimógenos y material anti disturbio, y los que allí se encontraban, presas del pánico intentaron huir de la masacre. No pudieron hacerlo 5 trabajadores, que fueron asesinados a consecuencia de unos disparos. Era en aquella época cuándo ese gran demócrata llamado Fraga decía aquello de "la calle es mía".
El mismo año llegaría el mayor disgusto de su vida, el rey no confió en él para dirigir la transición, sino en Adolfo Suárez, llevándose así Don Manuel uno de los mayores disgustos de su vida, y fundando su propio partido, AP, que no obtendría en las urnas los resultados deseados por Fraga. En 1977 obtendría 16 diputados y en 1979, 10. No sería hasta el hundimiento de la UCD, en 1982 cuándo pasaría a liderar el principal partido de la oposición; eso sí, a una distancia abismal del PSOE. De echo, su partido nunca sería una alternativa real al gobierno socialista mientras él estuvo al mando, por su evidente relación con el régimen franquista.
Dejó definitivamente la dirección del partido en 1990 (dejándola en manos de José María Aznar), y se retiraría a hacer política a su tierra, Galicia, convirtiéndola así en su feudo particular, que gobernaría hasta 2005, cuándo la edad y la mayor catástrofe ecológica acaecida en España, el hundimiento del Prestige, le echarían del gobierno de la Xunta.
Pero Fraga no dejaría la política, pues pasaría a formar parte del Grupo Popular en el Senado, dónde se mantuvo hasta hace escasamente un par de meses.
Durante, estos últimos años, eso sí, ese gran adalid de la democracia que siempre fue Don Manuel, dejó algunas perlas de hemeroteca que demuestran las grandes ideas democráticas de las que siempre hizo gala durante su larga vida.

"Habría que ponderar a los nacionalistas colgándolos"

"El franquismo sentó las bases para una España con más orden"

"El vascuence es una lengua muerta"

Éste es anterior, de 1977. "Los grandes enemigos de España son el marxismo y el separatismo"

En fin, este "gran demócrata", falleció ayer en su casa de Madrid,a la venerable edad de 89 años, sin haber sido nunca procesado por su activa participación en el régimen franquista, y sin que él ni su partido condenaran nunca el franquismo.
MB

1 comentario:

  1. y ha faltado la maravillosa pelea con Carrillo en TVE... ¿Demócrata? Claro.. Lo mismo que integro

    Yo ya lo dije, si según él y su partido estar enterrado en una cuneta es digno, que en vez de festival gaitero y misa con chorrocientosmil obispos lo hubieran enterrado en cualquier arcén (so riesgo de ser multados por tirar basuras al campo)

    P.D: Llegué a tu blog por twitter y me ha gustado, ya entraré otro día cuando vayas actualizando (y yo me entere de lo que pone jejeje)

    ResponderEliminar